
En el horizonte luz emerge.
Luz que prende en mi mirada.
No tan cerca,
pero tampoco tan lejos.
Me pienso en este instante,
contemplando.
Sabiéndome radical ante el humo
que respiro y penetra en mí.
Y no se acopla en mí.La realidad.
Pero esta hoguera me atrae
a su seno de locura.
Verdad que persigo,
y persisto.
Llamas de una lucha, cuna y tumba
de una vida.
Nazco y crezco en el camino,
sigo y cambio mi destino.
Espíritu forjado en el contacto.
Me transformo y fluyo entre todo
y todo a través de mí fluye.
Vivo con la hermosura,
con el dolor muero. Dolor tuyo, mío.
Y se que arderé en este fuego
que detono.
Y se que resurgiré de mis cenizas,
esparcidas por el viento.
Transportadas. Más cerca
de mí, de ti.
Más lejos de la derrota.
Y se que me hallaré viva
en la victoria,
contigo, si conmigo sigues,
juntos y con otros
en esta lucha aún abierta
logrando, a cada paso, decisivo
el mañana, más libre y más justo.