lunes, 29 de junio de 2009

Sobre la vida, la lucha y la poesía.


Esta imagen, esta vivencia, es poesía.



(...) Precipitarse en los brazos de Eros supone abrazar la vida como drama de amor, con todas las consecuencias, entre ellas la de la transformación revolucionaria del sistema socio-económico capitalista, porque el drama de amor es inseparable del drama de la propia existencia, ya que el drama de un solo hombre compromete al mundo entero. (...)

“Es una necesidad absoluta que el drama poético no se disocie del drama revolucionario, a fin de que sus potencialidades sean cosa de todos, siendo la potencia de la pasión por sí sola capaz de llevar las conciencias a reconocerse en la voluptuosidad del vivir, lo que solamente se consigue en una correspondencia sin reservas” (Grupo surrealista de París).


Fuente: situación de la poesía (por otros medio) a la luz del surrealismo.